lunes, 5 de octubre de 2015

Audrey Style

Cuando el cine viste bien, la película lo agradece y los espectadores más; claro que ese ‘bien’ va más allá de la sofisticación, el buen gusto, de la belleza de un tejido o de lo bien confeccionado que sea un vestido; ese 'bien' crea un escenario y un ambiente que ubica al personaje en la historia y que muchas veces logra grabarlo para siempre en nuestra memoria.

Y en el caso del cine clásico hay mil ejemplos al respecto, de piezas únicas que logran remontarnos a obras de aquella época, pero en el post de hoy quiero hablarles específicamente de lo que Audrey Hepburn logró con su estilo, al ser símbolo de elegancia, clase y gracia.
Todo comienza allá por 1953, cuando en la meca del cine reinaba Edith Head, una de las diseñadoras de vestuario más importantes de la historia, ella colaboró con Hubert de Givenchy en varias películas, entre ellas Sabrina, la cuál protagonizó Audrey y fue la casualidad perfecta para que Audrey y Givenchy se conocieran, dando lugar a uno de los dúos creativos más influyentes de todos los tiempos. Cuenta la leyenda, que cuando a Hubert le comentaron que iría a visitarle la Srta. Hepburn, el modisto pensó que se trataba de Katharine Hepburn, pues nunca había oído hablar de Audrey. Sin embargo, tras la sorpresa inicial, Hubert se enamoró de ella al verla llegar a su atelier vistiendo unos pantalones capri, una camiseta y un sombrero de gondolero. El flechazo fue inmediato: el diseñador había encontrado a su musa.

Escote Sabrina
En Sabrina se materializa por ejemplo en un vestido negro que la protagonista luce en el baile, con un escote alto que cubre las clavículas de Hepburn y que tras aquel momento pasó a conocerse como decolleté o escote Sabrina. Aquella fue la primera de muchas colaboraciones en la gran pantalla.
Givenchy por contrato
Hasta ese momento, Edith Head había tratado de disimular la silueta boyish de la actriz, en filmes como Vacaciones en Roma. Pero Givenchy prefirió destacar la fisonomía de Audrey proponiéndole ajustados pantalones capri, camisetas de cuello barco y bailarinas planas. A la actriz le gustó tanto la visión del couturier, que hizo poner en su contrato que todo su vestuario tendría que ser confeccionado por él.
Una cara con ángel es un homenaje a la moda, donde Givenchy y Audrey volvieron a colaborar con Edith Head y se vistió a Audrey con un guardarropa que serviría para definir la moda de toda una década: un espectacular vestido rojo palabra de honor con largos guantes blancos, un conjunto en satén de falda blanca y superior rosa con cola y corona, y el inolvidable vestido de novia con falda de bailarina. Precisamente este último se convirtió en el vestido de novia de referencia a finales de los años cincuenta.

Creando un icono

Poco después, el modisto francés dio las puntadas al vestido más famoso de la historia del cine: un little black dress considerado como símbolo de la elegancia que convirtió a Audrey en un icono mundial. No obstante, en el cartel del film sí se aprecia el corte de la falda, aunque sólo se trata de una licencia creativa del artista: en la foto original el vestido era cerrado. Se hicieron varias copias del mismo para la película, y sorprendentemente, ninguna de las que proporcionó Givenchy fueron utilizadas durante el rodaje.

Más éxitos
El éxito del dúo Hepburn + Givenchy se repitió en Charada. Porque si ya habían conseguido instaurar un estilo en los cincuenta, también se encargaron de marcar el camino en los sesenta. La colección de abrigos cocoon, las gafas redondas, y los sombreros pillbox inspiraron a la generación mod de la época. 


En Cómo robar un millón el vestuario de Audrey en la película lo firmaba su amigo Hubert. Tras este filme, continuaron trabajando juntos hasta la muerte de Audrey. Siendo Amor entre ladrones, estrenada en 1987, una de las últimas películas en las que colaboraron.


“Sólo vistiendo sus diseños soy yo misma. Es mucho más que un couturier, es un creador de personalidad”, dijo Hepburn del modisto, lo cual fue uno de los mejores piropos que alguien le puede decir a un modisto, que por su parte ha confesado a Vanity Fair que “muchas mañanas sonaba el teléfono del atelier y al contestar ella decía ‘Hola, soy Audrey y solo llamo para decir que te quiero'”.
Sin duda uno de los mejores dúos que la industria de la moda y el cine pudieron tener.

1 comentario:

  1. Audrey Hepburn simplemente es perfecta, todo un ícono a seguir. En estos tiempos hay una tremenda escasez de personas como ella. Todo un modelo a seguir por donde mires. =D

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